Virginia Guerrero Espejo y Manuela Torres Bougeffa, de 14 años y 15 años, eran dos íntimas amigas que residían en la localidad de Aguilar del Campoo (Palencia).
“Virginia era, en esencia, noble”, recuerda su hermano Emilio. Todos coinciden. Buena, tímida, tranquila… Es lo que dicen los que la conocieron. Nació y se crió en Aguilar de Campoo, un pueblo que en aquella época olía a galletas. La mayoría del municipio vivía, de algún modo, de la fábrica Fontaneda. Virginia tenía dos hermanos y una hermana, y su padre había fallecido.
Al pueblo se vino a vivir una niña que se llamaba Manuela y procedía de Aix-En-Provence (Francia). Su padre, José, de etina gitana. Su madre, Karima, es parisina, pero tenía familia en Aguilar de Campoo, por lo que se establecieron en el pueblo. El padre de Manuela se encontraba en paradero desconocido después de que un juzgado dictara orden de busca y captura contra él.
Era la tarde del 23 de abril de 1992. Sí, “el famoso año fatídico y dos días antes de la Pascua”. Virginia le pidió dinero a su madre para comprar una tarta, porque esa tarde tenía que ir a una fiesta cumpleaños en su pueblo. En lugar de quedarse en el pueblo, Virginia y su amiga Manuela, subieron a un tren y se fueron de fiesta a Reinosa (se cree que sobre las 18:30 horas), un pueblo de Cantabria a 30 kilómetros del suyo. No se lo dijeron a sus familias.
Virginia y Manuela fueron a "Cocos", una discoteca que cerraría en 1997 y que ahora se llama "Cum Laudem". Le habían propuesto a Alicia, otra de sus amigas, que las acompañara, pero cuando Alicia se enteró de que el plan incluía volver haciendo auto-stop, decidió no ir con ellas.
Estuvieron con unos amigos, y a las nueve de la noche decidieron regresar a su pueblo. Cuando salieron del local, se cree que decidieron regresar a casa haciendo autostop, ya que ningún tren pasaba a esa hora para regresar a casa. La última persona que vio a las chicas fue una mujer de Aguilar de Campoo, que regresaba a casa desde Reinosa en su automóvil (otras versiones dicen que iba andando con su sobrina) cuando afirmó haber visto de pasada a las jóvenes subir a un coche Seat 127 blanco con matrícula de Valladolid en las afueras de la calle principal de Reinosa, en las proximidades de Matamorosa, hacían dedo en el puente que está entre Matamorosa y Reinosa, donde la antigua fábrica de Cuétara (¿os recuerda esto a la Señora Badal del caso Alcasser?).
Nunca más volvió a ver a las niñas, pero está claro que pretendían volver, porque se fueron sin ropas de repuesto y con sólo con 800 pesetas.
¿CORRUPCIÓN?
El 19 de marzo de 1999, la prensa informaba de que la secretaría nacional de la Asociación Unificada de Guardias Civiles "Coproper" sospechaba que la denuncia presentada ante la Fiscalía y la Dirección General de la Guardia Civil por el sargento Pedro Santos, que había sido archivada, permitía sospechar la existencia de posible corrupción y graves irregularidades en la investigación de delitos cometidos en la demarcación de la Comandancia de Palencia.
Entre otros delitos, se hablaba de la posible relación de un guardia civil, componente de la Unidad Orgánica de Policía Judicial de la Comandancia de Palencia, con una organización de trata de blancas, la presunta implicación de un agente en casos de droga, e irregularidades en delitos de contrabando y en la investigación de la desaparición de las niñas de Aguilar de Campoo.
Como queda dicho, la denuncia de Pedro Santos, presentada en octubre de 1997, fue archivada. Santos fue puesto en situación de disponible y sobre él cayó un aluvión de expedientes y represalias. Finalmente, fue víctima de un traslado forzoso a Huesca y condenado a cuatro meses de prisión por un juzgado militar por decirle a un brigada "cínico, que no tienes cojones."
Según Montserrat Fernández, la esposa de Santos, el Ministerio del Interior podría estar tratando de «tapar» las anomalías denunciadas, lo que expuso en una carta dirigida al secretario de Estado para la Seguridad, Ricardo Martí Fluxá, recordándole que se había comprometido en el Senado (11 de diciembre de 1997) a realizar una investigación profunda de los hechos denunciados.
CASO ARCHIVADO
A día de hoy, el caso sigue en archivo provisional en el juzgado de Cervera de Pisuerga. Ni sospechosos ni pistas. Los padres de Manuela han vivido todo este tiempo en Francia, pero se acaban de instalar en Málaga. Parte de la familia de Virginia sí que sigue en Aguilar de Campoo. Son reacios a hablar del tema con periodistas por varias malas experiencias. Cuando sucedió la desaparición, algunos medios trataron el caso con, entienden, poco respeto. Se dijo textualmente de las niñas “que eran sueltas de cascos” o “que les gustaba mucho el bailongo”. La familia todavía lamenta que algunos textos hablasen así de unas niñas.
La última noticia sobre la investigación de este caso fue cuando se encontró en el Pantano del Ebro (Cantabria) una mandíbula humana:
El hallazgo de una mandíbula resucita el caso de la desaparición de dos niñas hace 25 años.
El hallazgo de una mandíbula en el pantano del Ebro, en Cantabria, ha abierto una vía para la posible resolución de la desaparición de dos niñas de la localidad palentina de Aguilar de Campoo hace 25 años, para lo cual será determinante el cotejo del ADN que ya se está llevando a cabo.
El informe indicó que los restos son de apariencia humana y que podrían pertenecer a una adolescente de entre 13 y 16 años que llevaría muerta 25 años.
Tras ese informe, la titular del Juzgado de Reinosa solicitó hacer pruebas de ADN al Instituto Nacional de Toxicología de Madrid y cotejar los restos con la base de datos del programa Fenix que recoge las muestras genéticas de personas desaparecidas.
Si bien, los resultados de ADN confirmaron que no pertenecían a ninguna de las niñas:
La mandíbula hallada en el pantano de Reinosa no es de ninguna de las niñas de Aguilar.
Los análisis del ADN confirman que no pertenece a ninguna persona desaparecida de la base de datos del 'Programa Fénix'. En ese 'Programa Fénix' están registrados todos los casos de personas desaparecidas cuyas familias han facilitado voluntariamente muestras de ADN.
¿SIMILITUDES CON ALCASSER?
Ocurrió justo unos meses antes que el crimen de las niñas de Alcasser, y llama la atención de que el guión es muy parecido en ambos casos. Parecen escritos por el mismo guionista:
1.Se dice que ninguna sobresalía en los estudios.
2.Hicieron autostop.
3.Una amiga se salvó al no unirse a ellas.
4. Se dice que pasaron por los recreativos antes de su desaparición.
5.Iban camino de una discoteca cercana.
6.Una señora ve cómo suben a un coche de color blanco.
7.El ministro de interior se pronuncia en ambos casos.
8.Después de 25 años aparece un diente para la prensa del caso Alcasser y ahora aparece la mandíbula completa para la prensa de este caso.
Fuentes
https://www.elespanol.com/reportajes/20170922/248725907_0.html
https://lawebdelassombras.blogspot.com/2013/04/virginiay-manuela.html
https://www.elnortedecastilla.es/palencia/mandibula-pantano-ninguna-20180201110935-nt.html
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