La desaparición de Enrique Martínez Ortiz el 16 de octubre de 1991 en el entorno del pueblo abandonado de la Mussara, en Tarragona, sigue siendo desconcertante, una de las desapariciones más misteriosas de nuestro país. Buscaba setas y espárragos con unos amigos en los alrededores de un pueblo abandonado llamado Mussara (Tarragona) y de repente sucedió lo imposible: desapareció como si nunca hubiera existido. Preocupados, los 3 amigos alcanzaron su último lugar conocido. Allí estaba la cesta de mimbre con una seta en su interior. No había rastro de él.
“El grupo de amigos iba andando por los alrededores de la Mussara y no se veían, porque iban distanciados, pero se iban hablando a gritos y una vez Enrique ya no contestó más (…) Cuando fueron a buscarle solo encontraron su cesta con una seta dentro (…) Una posible explicación es que fuese atacado por un animal salvaje pero, ¿por qué no se encontraron sus restos? (…) Otra de las posibilidades es el crimen, que fuese uno de sus compañeros quien le matase”.
Enrique Martínez era un joven de 36 años nacido en Alquife, Granada. Vivía en Tarragona, en el barrio de Campclar, donde trabajaba regentando un bar. La búsqueda fue muy minuciosa, se utilizaron todos los medios disponibles, colaboraron miembros del ejército, Zapatores de montaña y la Guardia Civil pero no sirvió de nada: “Trajeron perros especializados en la búsqueda de personas y no encontraron nada, ningún rastro, después de varias semanas buscando se dio por cerrado el caso y a día de hoy continúa sin haber ni una sola pista”. En definitiva, no se escatimaron esfuerzos. Incluso se distribuyeron 200 retratos con la esperanza de obtener alguna noticia de su paradero. No sirvió de nada.
Meses después, en enero de 1992, uno de los amigos de los amigos, Jorge, se presentó en los juzgados para hablar con el juez, quería contarle que habían seguido buscándole y que se habían topado con algo a lo que no podían darle explicación: “Escucharon lo que parecían ser cascos de caballos que provenían de la abandonada iglesia de San Salvador y dentro descubrieron que había siete figuras más o menos fantasmagóricas ataviadas con túnicas de monje, intentaron entablar una conversación con ellas pero en cuestión de segundos desaparecieron”.
¿Qué le sucedió a Enrique? ¿Accidente? ¿homicidio? ¿Sucidio? 30 años después aún sigue su cuerpo desaparecido.
Pueblo maldito
Es uno de los pueblos abandonados con más
historias a sus espaldas. Considerado maldito por especialistas en lo
paranormal, fue abandonado en 1959 y en él se han registrado de manera
constante fenómenos extraños según testigos, como por ejemplo oir extraños sonidos, como
cascos de caballo. Cuentan las leyendas que se han realizado rituales
satánicos y de otra índole, además de haberse observado ovnis e incluso
seres extraterrestres. Incluso cuentan
las leyendas de la zona que en la Mussara hay una zona, concretamente
una piedra hexagonal, la cual si pisas abandonas esta realidad para
pasar a un mundo paralelo del que no puede regresar. Esta desaparición creó un caldo de cultivo para alimentar este tipo de leyendas.
Fuentes
http://misteriojordibosch.blogspot.com/2011/07/la-mussarapueblo-deshabitado-pero-con.html
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